El Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) realizó un inventario de abejas silvestres en la Sierra de Quila, con miras a documentar su abundancia, conocer los recursos que emplean estos insectos para alimentarse y el impacto que les ocasiona el cambio uso del suelo. Dicho trabajo, efectuado durante tres años por el investigador del Departamento de Ecología del CUCBA, doctor Alejandro Muñoz Urias y el egresado de Biología, Álvaro Edwin Razo León, consistió en colectas y determinación de especies. Uno de los resultados consiste en la identificación de 200 especies en el área natural protegida. El resultado habla de la buena conservación de la zona y muestra la riqueza de estos insectos, explicó Muñoz Urias. En Jalisco hay 313 especies (tercer lugar en riqueza en el país), en tanto que Chamela registra 212. En el bosque La Primavera no rebasan las 100, ocasionado por el cambio de uso del suelo. Muñoz Urias planteó la necesidad de tener “ese tipo de evaluaciones, porque el funcionamiento de los ecosistemas depende de sus polinizadores, sin éstos la reproducción de muchas plantas se vería limitada”; además, 87 de los 124 cultivos agrícolas más importantes del mundo son polinizados por éstos y otros insectos, aves y murciélagos. De las 200 especies determinadas en la Sierra de Quila, comentó el especialista, tres o cuatro pueden producir miel de buena calidad, aunque en menor volumen. No obstante, reconoció que son más manejables, ya que no tienen aguijón y no son agresivas. La siguiente fase de la investigación, que será realizada el próximo año, consistirá en establecer colmenas artificiales para que las abejas puedan establecerse y aprovechar la miel, y quizá esto pueda servir como una alternativa para producción apícola, siempre y cuando sean empleadas estrategias sustentables acordes con la zona. Según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Sierra de Quila, decretada en 1982 como tal, y posteriormente con una categoría de manejo y conservación de flora y fauna, se encuentra ubicada en los municipios jaliscienses de Cocula, San Martín Hidalgo, Tecolotlán y Tenamaxtlán, y cuenta con una extensión de 15 mil 192 hectáreas. Texto: Eduardo Carrillo Fotografía: José María Martínez