Las microalgas representan una fuente alternativa para crear biocombustibles. Con esto se podría “paliar” el déficit de combustibles fósiles, disminuir contaminantes como el CO2 —gas de efecto invernadero causante del calentamiento global—, y evitaría el uso de aceites vegetales derivados del maíz o la soya para que éstos tengan sólo fines alimenticios. El investigador del Laboratorio de Ecosistemas Marinos y Acuicultura del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), doctor Eduardo Juárez Carrillo, estimó que hay más de 40 mil especies de microalgas descritas hasta la fecha, y en algunas naciones las estudian como biocombustible. Las microalgas se dividen en dos grupos: las cianofitas, algas verdeazules más emparentadas con bacterias y las plantas; a partir de estos organismos es posible crear biocombustibles de primera, segunda y tercera generaciones (es decir, aceite, alcohol e hidrogeno), “que son los tres biocombustibles con mucha inversión y pueden paliar los déficits que empezamos a tener de combustibles fósiles”. También son una opción para reducir la contaminación: “Cuando tienes un biocombustible a partir de alcohol-aceite, el CO2 producido es mucho menor con respecto al que produce el combustible fósil; con el alcohol no tienes gran cantidad de CO2 producido, y obviamente con el hidrógeno lo que obtienes es vapor”, por lo que no contamina. Otra particularidad es que estos organismos producen más oxígeno que los árboles, ya que pueden poblar dos terceras partes del planeta. Pero no sólo eso, son una fuente de proteína: “Es el vegetal que tiene mayor cantidad de proteínas, es muy superior a cualquier producto cárnico”, dijo el académico. Dicho laboratorio impartirá el séptimo curso sobre el cultivo de espirulina el 16 y 17 de junio, con el objetivo de promocionar el cultivo de la microalga de manera casera o en traspatio. Hablarán de las microalgas, su importancia, cultivo, mantenimiento, cosecha y empleo. Está dirigido a cualquier interesado. Los instructores serán Juárez Carrillo y la profesora del CUCBA, bióloga Martha Alicia Lara González, además contará con el apoyo de productores, comercializadores y personas que son ejemplo de éxito en esta área. El cupo máximo es de 25 personas. Cada participante se llevará un pie de cría para su cultivo y alimento para mantenimiento. Más información en el correo electrónico: ejuarez@cucba.udg.mx
Texto: Eduardo Carrillo Fotografía: Internet