Ante la disyuntiva de aumentar la productividad para evitar un colapso alimenticio, pero al mismo tiempo no agotar la diversidad biológica de la Tierra, científicos, académicos y autoridades gubernamentales se reúnen en el XI Simposio Internacional de Recursos Genéticos para las Américas y el Caribe, cuyo eje es la “Integración de la biodiversidad ante el cambio climático”, y que se realiza del 15 al 18 de octubre en Guadalajara. El cambio climático impactará la producción de alimentos en diversas regiones del mundo, puesto que repercutirá en los sistemas agrícolas y en la infraestructura de distribución, señalaron las autoridades que inauguraron el simposio. “La gravedad de esta situación requiere de medidas efectivas y urgentes que detengan la extinción de especies, aseguren la diversidad de la vida en el planeta y contribuyan al bienestar social y a la erradicación de la pobreza”, apuntó el Rector General de la Universidad de Guadalajara, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla. Agregó que la biodiversidad es uno de los recursos más importantes de la Tierra, y la historia ha demostrado que los recursos genéticos son indispensables para garantizar la continuidad de la especie humana. “Desafortunadamente, y como bien lo establece la propia FAO, estos recursos se están perdiendo de forma alarmante debido a factores socioeconómicos y medioambientales, entre los que sobresalen el crecimiento demográfico y el cambio climático. En la Universidad de Guadalajara compartimos el objetivo de este encuentro, que consiste en promover el intercambio de información y experiencias en el tema de recursos genéticos en el ámbito continental”, subrayó el Rector General. Dijo que México alberga más de 10 por ciento de la diversidad biológica del mundo, cuenta con 174 áreas naturales protegidas de carácter federal, que suman más de 25 millones de hectáreas. Jalisco, por su parte, cuenta con 29 por ciento de la flora de plantas vasculares y 34 por ciento de mamíferos en México; además, tiene 56 por ciento de la totalidad de especies de aves y 19 áreas naturales protegidas. La doctora Irene Hoffmann, secretaria de la Comisión de Recursos Genéticos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), explicó que el combate del hambre y la desnutrición son prioridades de esta comisión, y el principal desafío para la segunda mitad del siglo XXI es la seguridad alimentaria, sobre todo en contextos de flujos migratorios. El Gobernador de Jalisco, maestro Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, señaló que la FAO reconoce que de no incrementarse la productividad del campo y la calidad de lo que producimos, habrá un escenario de desabasto alimentario en el año 2050; pero también ha advertido que si, en el nombre del progreso, los recursos energéticos son utilizados con irresponsabilidad, se enfrentará el mismo escenario de hambre. “En Jalisco somos guardianes de la riqueza genética de nuestro país. Aquí se estableció el Centro Nacional de Recursos Genéticos, donde se resguardan colecciones de semilla, plantas, gametos, embriones, cepas y ADN de especies indispensables para el desarrollo de sistemas de producción sostenible. Es un legado fundamental para nuestras futuras generaciones”, añadió Sandoval Díaz. El doctor Rafael Ambriz Cervantes, Presidente del Comité Organizador del simposio, recordó que a dicho Centro Nacional de Recursos Genéticos, con sede en Tepatitlán, se le conoce como “El Arca de Noé” mexicana, y que resguarda a más de 67 mil especies. El cambio climático, afirmó, es la peor amenaza que pone en vilo a la raza humana.
Además de la UdeG, coorganizan el simposio el Centro Nacional de Recursos Genéticos, la Comisión de Recursos Genéticos de la FAO, el Sistema Nacional de Investigación y Transformación Tecnológica para el Desarrollo Rural Sustentable, y la Comisión Nacional Forestal. Texto: Julio Ríos Fotografía: David Valdovinos